miércoles, 10 de diciembre de 2014

Mis luces de invierno

Escribo poquísimo pero en 2015 eso va a cambiar. Os lo aseguro. Muchas cosas han pasado y bueno, aquí os dejo lo que siento tal y como ha salido. Espero que podáis entenderme un poco más y que os guste. Es breve pero muy dulce.

Un besito y ¡¡felices fiestas!!



Se acercan las navidades y tengo mis propias luces de invierno...

... aunque la división me atraviesa.

Estas fechas pasan factura a mis miedos y desilusiones. Mis heridas se acentúan y no puedo parar de mirarlas, hipnotizada por los recuerdos que esconden cada una de ellas.

Es difícil luchar contra algo que esta tan dentro de ti que ni siquiera eres consciente de su presencia, los demonios forman parte de tu alma y sois uno.

Pero este año ha pasado una cosa que me hace querer destruir todo eso y reinventar una nueva navidad junto a mi familia, especialmente con mi hermana.

Es curioso como la aparición de alguien especial puede hacer cambiar las cosas, aunque lo más correcto sería decir que te cambia a ti.

De repente ves que te pueden querer, que pueden crear una zona de seguridad a su alrededor y hacerte sentir bien, al contrario que el resto de relaciones. Que es tu amigo, pase lo que pase.

Es increíble como solo por verlo sonreír todo tiembla. El corazón se vuelve tierno, te mira fijamente a los ojos y te dice “creo que merece la pena bajar la guardia, los miedo ya no tienen lugar aquí”.

Sabes que la única forma de hacer las cosas bien es soltando la armadura y depositando las armas en un cajón, porque ahora solo queremos sus ojos y manos como escudo.

Es increíble lo que hace el amor. Te hace ser valiente y plantearte el modo de hacer las cosas.

Para hacerlas mejor.

Para hacerlas de nuevo.

Como siempre me pasa cuando escribo algo pensando en él, de mis dedos solo salen frases sueltas y palabras al azar. Me hace sentir tanto que aún no se cómo utilizar las palabras para explicar lo que siento.

Mis ojos y mis labios se encargan de expresarlo todo. Una sonrisa de tonta se dibuja en mi car cuando le veo. Me desarma y es increíble la manera en la que me mira.

Definitivamente, puedo ser capaz de todo por esa mirada. Esos ojos que me hacen sentirme fuerte y me devuelven el reflejo de alguien nuevo que está renaciendo de la seguridad y de todo lo que estoy construyendo.

Me toca como si fuera a desaparecer de un momento a otro.

Lo abrazo con fuerza para que no se me escape.

Cierro el documento y miro por la ventana, deseando que el año 2015 me sorprenda.

Los demonios del pasado cada vez se sienten más derrotados, y tengo claro que la batalla la gano yo. 
Porque no son mis demonios, son los miedos de otros los que se quedaron en mi piel y decidieron hacerse visibles cada día.

Pero hasta aquí hemos llegado. Ni un segundo más seguirá pasando.

No sé si alguien escuchará mis deseos para el nuevo año, pero yo los conozco y voy a hacer todo lo que esté en mi mano para conseguirlo junto a mi familia, que ahora tienen a una persona más.

Ahora tengo mis propias luces de invierno.

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